Incesantes turbulencias saturando el horizonte,
hordas de zozobra entre miradas prestas,
innumerables repliegues desnivelando el cauce
y el velero incapaz de recorrer la esperanza,
innumerables repliegues desnivelando el cauce
y el velero incapaz de recorrer la esperanza,
de acometer el miedo,
clamando en medio de la niebla,
en medio de la nada,
rozando el grito en su garganta tallada,
presintiendo un horror helado
con armazón de ceguera ennegrecida,
cercado entre el ambiguo equívoco de la desgracia.
Enfilando los remos del océano,
resbalando entre delirios de corrientes submarinas
en el rocío de una mañana obtusa,
con marejadas de plomo perpetuando ese último suspiro
languideciendo entre vaivenes de salitre.
clamando en medio de la niebla,
en medio de la nada,
rozando el grito en su garganta tallada,
presintiendo un horror helado
con armazón de ceguera ennegrecida,
cercado entre el ambiguo equívoco de la desgracia.
Enfilando los remos del océano,
resbalando entre delirios de corrientes submarinas
en el rocío de una mañana obtusa,
con marejadas de plomo perpetuando ese último suspiro
languideciendo entre vaivenes de salitre.
Nunca sabremos en qué puesta de sol al alba,
en que remanso se vertió el éxtasis de una locura,
o en qué curva del silencio cobijó los gemidos,
tan solo el aroma a brea y sal esparcirá tus restos,
y estrellará contra una roca tus mástiles transitados por la niebla.
en que remanso se vertió el éxtasis de una locura,
o en qué curva del silencio cobijó los gemidos,
tan solo el aroma a brea y sal esparcirá tus restos,
y estrellará contra una roca tus mástiles transitados por la niebla.
Estrella Amaranto © Todos los derechos reservados
Código de registro en Safe Creative 1512216071167
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Mil gracias, queridos amigos y lectores de mi blog, por hacer un pequeño descanso y apreciar la lectura de mis poemas.
Os quedo eternamente agradecida e intentaré devolveros la huella.