La carroza de los grillos atravesó las ondas
del vasto continente de la noche,
de los durmientes almendros,
por la baranda de plomo y acero
junto al lago del silencio.
Bañando las arrugas de la herrumbre,
una fina lluvia de copos de nieve
cubría lentamente las calles,
a lo largo de aquel puente
de una ciudad desconocida.
Mientras el soplo del tiempo
se llevaba tus risas,
los silbidos con mi nombre,
nuestros besos secretos
y la desnuda silueta de tu abrazo.
Detrás de las gélidas farolas
rebosantes de promesas,
brillaban las fachadas de madera,
de un pueblo encantado
guarnecido en su caparazón de nácar.
Segundo tras segundo
el secreto de sus aguas
desconcertó mi certeza
y los ladrones de sueños
cobraron su rescate
y te liberaron de mi recuerdo.
del vasto continente de la noche,
de los durmientes almendros,
por la baranda de plomo y acero
junto al lago del silencio.
Bañando las arrugas de la herrumbre,
una fina lluvia de copos de nieve
cubría lentamente las calles,
a lo largo de aquel puente
de una ciudad desconocida.
Mientras el soplo del tiempo
se llevaba tus risas,
los silbidos con mi nombre,
nuestros besos secretos
y la desnuda silueta de tu abrazo.
Detrás de las gélidas farolas
rebosantes de promesas,
brillaban las fachadas de madera,
de un pueblo encantado
guarnecido en su caparazón de nácar.
Segundo tras segundo
el secreto de sus aguas
desconcertó mi certeza
y los ladrones de sueños
cobraron su rescate
y te liberaron de mi recuerdo.
Estrella Amaranto © Todos los derechos reservados
Codigo de registro en Safe Creative 1603287003833
Querida Estrella, qué preciosidad de versos. Me recreo en tus letras y esta hermosa imagen que ilustra maravillosamente el contraste entre el dulce recuerdo del amor que un día fue y el despertar a la realidad para constatar que ya no forma parte de tu vida. Interpreto el final como algo positivo ya que a veces nos cuesta tanto soltar esa parte de nuestras vidas que nos pasamos una gran parte de ella rememorándola con nostalgia. Pienso que es una liberación para el alma comprobar que el recuerdo ya no duele para seguir avanzando.
ResponderEliminarMe ha encantado, hacía unos días que lo había visto por facebook pero dejé la lectura para hacerla desde el ordenador.
Felicidades preciosa amiga por ese don que tienes tan maravilloso en cualquier de los registros con que escribas.
Que tengas un muy bonito fin de semana.
Un abrazo enorme a tu bello Ser.
Querida Marina, qué regalo tan bello descubrir tu hermosa presencia y saber que te emocionó este poema del cual guardo un entrañable recuerdo, ya que lo escribí en esa época navideña y al poco de abrir el otro blog literario, que ya conoces. Eran mis primeros balbuceos aquí en este mundo virtual y tras un paréntesis muy pronunciado desde mi alejamiento con mis habituales tertulias y recitales poéticos que ocuparon mis primeros años cuando ejercía de docente en Alicante y solía desplazarme hasta Madrid. Digamos que ya había perdido el interés por proseguir con este mundo de la Poesía y que gracias a internet me animé a retomarlo con nuevas perspectivas.
ResponderEliminarEn cuanto al mensaje del poema, lo captaste muy bien, querida Marina. La última estrofa viene a ser la síntesis de ese sueño que se liberó de la mente gracias a "los ladrones de sueños"(las horas, los años...) o el ladrón del tiempo que roba la memoria.
No sabes lo que te agradezco tu atenta lectura, la fidelidad con la que acostumbras a visitarme o seguir el curso de mis versos y el cariño con el que sueles elogiarlos.
Que disfrutes de este fin de semana, entrañable amiga y Ser maravilloso.
Un abrazo inmenso y un gran ramo de besos.