Entre distancias y recuerdos

fotografía de Vincenzo Balocchi

Un día me dediqué a recorrer los pasos
de una memoria de crepúsculos en otoño,
de letanías perdidas
en la frágil floresta del sueño,
en los aleteos de la tarde,
en el manto ondulado de las nubes
y en tu mirada ámbar.


Las solitarias casas blancas
me contaban sus secretos
al cruzar la puerta
y mirar de reojo sus ventanas;
todo ha cambiado ahora,
sus viejos portones siguen ahí
esperando a un nuevo huésped.


El tiempo lo ha invadido todo,
como un torrencial aguacero,
llevándose las golondrinas,
ahogando las risas del jardín,
ensordeciendo las campanas,
alejando al río de sus piedras
y transformando nuestra leyenda.


Sé que ya no volveré a pisar
la tierra que me vio nacer,
pues a estas alturas
solo dispongo de lo justo y necesario
para mantener mis pies
lejos de tantas andanzas
y sueños que jamás cumpliré.


Distancia que corroe mis entrañas,
sol de mediodía naciente,
bajo las alas de tus brazos abiertos,
presencia que prolonga mi vida,
aguardando la sonrisa de tus labios,
tal vez la pendiente del recuerdo
consiga acercarme definitivamente.


Todas las noches se deshacen
en el fragor estrellado de la cúpula celeste,
todos los mendigos duermen su miseria,
los letreros luminosos custodian las calles,
los amantes tiemblan de gozo,
los murmullos del silencio nos miran
y tu risa florece en mi retina.

Estrella Amaranto © Todos los derechos reservados